miércoles, 12 de octubre de 2011

ISO 50001:2011, un nuevo horizonte en la Gestión de la Energía

Recientemente la Organización Internacional de Normalización ISO acaba de publicar la Norma ISO 50001:2011 sobre Sistemas de Gestión de la Energía.
La Norma ISO 50001 establece un marco para gestionar la energía en las plantas industriales, instalaciones comerciales u organizaciones.
Con una amplia aplicabilidad en sectores económicos nacionales, se estima que la norma ISO 50001 podría influir hasta el 60% del consumo de energía del mundo.

ISO 50001 – ¿Qué es?

El documento se basa en los elementos comunes que se encuentran en todas las normas ISO de administración de sistemas, asegurando un alto nivel de compatibilidad con la norma ISO 9001 (gestión de calidad) e ISO 14001 (gestión medioambiental).
ISO 50001 proporciona a las organizaciones los requisitos para los sistemas de gestión de la energía (EnMS).
La norma es aplicable a organizaciones grandes y pequeñas, tanto en los sectores público como privado, en la fabricación y servicios, en todas las regiones del mundo. Establecerá un marco para las instalaciones industriales, comerciales, institucionales y las instalaciones gubernamentales, y la totalidad de las organizaciones para administrar la energía.

Beneficios de la ISO 50001

ISO 50001 proporcionará los siguientes beneficios:

- Un marco para la integración de la eficiencia energética en las prácticas de gestión
- Hacer un mejor uso de los activos que consumen energía
- Benchmarking, la medición, documentación y presentación de informes mejoras de la intensidad energética y sus efectos previstos en la reducción de gases de efecto invernadero (GEI)
- Transparencia y comunicación sobre la gestión de los recursos energéticos
- Mejores prácticas de gestión y el buen comportamiento durante la gestión energética
- Evaluar y priorizar la aplicación de nuevas tecnologías de eficiencia energética
- Un marco para promover la eficiencia energética en toda la cadena de suministro
- Mejoras de la gestión en el contexto de proyectos de reducción de emisiones de GEI.

La responsabilidad de la elaboración de esta Norma, estuvo a cargo del Comité ISO/TC 242 – Gestión de la Energía, cuya Secretaría fue asignada a ANSI, (American National Standards Institute) y a ABNT (Associação Brasileira de Normas Técnicas). Este Comité está integrado por delegados de 58 países miembros de ISO.

Impacto: hasta un 60% del consumo

Enfocando su amplia aplicabilidad en los sectores económicos nacionales, se estima que la norma podría influir hasta un 60% del consumo de energía del mundo.
Esta estimación se basa en la información de la sección “La demanda de Energía Mundial y Perspectivas Económicas”, de la “Perspectiva Internacional de Energía 2010″, publicado por la Administración de Información de Energía de Estados Unidos.
En esa publicación, se citan las cifras de 2007 de consumo sobre la energía mundial por sector, incluyendo 7% por el sector comercial (que se define como empresas, instituciones y organizaciones que prestan servicios), y el 51% por el sector industrial (incluyendo la manufactura, la agricultura, minería y construcción). Como la norma ISO 50001 está destinada básicamente a los sectores comercial e industrial, la adición de las cifras anteriores proporciona un total aproximado de 60% en la demanda mundial de energía en la que dicha norma podría tener un impacto positivo.

domingo, 2 de octubre de 2011

Puesta en Marcha de ATUCHA II

Recientemente se puso en marcha Atucha II, que aportará 700 megavatios con una inversión que demandó $10.200 millones. La puesta en marcha consiste en el proceso de prueba y verificación individual de cada uno de los 566 subsistemas de la Central.

Para la realización de esta obra se invirtieron entre octubre 2006 y agosto de 2011, $10.200 millones, de los cuales el 88% han sido costos de mano de obra, suministros y contratos con proveedores nacionales. Durante ese período se necesitaron 47 millones de horas hombre de trabajo y en agosto del 2010 se alcanzó la cantidad máxima de personal ocupado en la obra, con 6.900 personas. La central tendrá una dotación de personal para operación permanente de 700 personas.

Comenzó a construirse en 1980 quedando paralizada durante muchos años hasta que el proyecto se reactivó en 2006, con el lanzamiento del Plan Nuclear Argentino. Las obras continuaron su desarrollo a través de Nucleoeléctrica Argentina sumada la colaboración de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y del sector nuclear argentino.

Atucha II es una central nucleoeléctrica que va a aportar 700 megavatios al sistema interconectado nacional. El turbogrupo de Atucha II será la máquina de mayor potencia unitaria del sistema eléctrico argentino.

Esta central nuclear será la tercera del sistema eléctrico argentino, sumándose a Atucha I (335 Megavatios) y Embalse (600 Megavatios), que proveen actualmente el 7% de la energía eléctrica del país.

Una vez que Atucha II entre en funcionamiento, las centrales nucleares pasarán a aportar el 10% de la energía eléctrica nacional.

Señalamos que este proyecto tiene, desde variadas visiones y posturas, numerosas críticas que van desde lo innecesario de invertir en una central modelo años 70, hasta acerca del uso de energía nuclear frente a la utilización de recursos naturales para la generación de energía.

jueves, 21 de julio de 2011

Entendiendo las nuevas tecnologías

Este modo de reproducción permite proyectar películas cinematográficas que se perciben con sensación de profundidad gracias a la visión estereoscópica.

viernes, 15 de julio de 2011

Las competencias de los ingenieros en el mundo


La práctica hace al ingeniero

Rodríguez Lluesma, Carlos; Bailey, Diane;

(Documento original: A 'Knowledge Profile' of an Engineering Occupation: Temporal Patterns in the Use of Engineering Knowledge, Año: 2010)

La ingeniería no se identifica precisamente por las competencias blandas (sociales y psicológicas). Y eso que parecen desempeñar un papel importante en el desempeño de la profesión, ya que permiten a los ingenieros gestionar con éxito su relación con proveedores, clientes y otros participantes clave en sus proyectos.

Este es uno de los hallazgos de un estudio de Julie Gainsburg, de la Universidad del Estado de California, Carlos Rodríguez Lluesma, del IESE, y Diane E. Bailey, de la Universidad de Texas en Austin, que han publicado en Engineering Studies.

Su artículo “A ‘Knowledge Profile’ of an Engineering Occupation: Temporal Patterns in the Use of Engineering Knowledge” (Un ‘perfil de conocimiento’ de la profesión de ingeniero: patrones temporales en el uso del conocimiento de la ingeniería) resalta la importancia de las competencias blandas y pone en entredicho el listado de competencias que se suelen considerar necesarias para ejercer la profesión.

Para muestra, O*NET, un centro de recursos que elabora listas de las competencias necesarias para la inmensa mayoría de oficios y profesiones en Estados Unidos. En su clasificación de la importancia que tienen el conocimiento de los clientes y la atención personal para las distintas profesiones, la ingeniería civil aparece en la posición 404.

Esto los sitúa justo por delante de los podadores de árboles, los caldereros y los montadores de falsos techos, algo que sin duda debe ser revisado a la luz de los hallazgos del estudio.

Primacía de la práctica
Puede que la práctica no haga al maestro, pero de lo que no hay duda es que proporciona la mayor parte del conocimiento que los ingenieros estructurales requieren para hacer bien su trabajo. Lo corrobora el hecho de que aplican más a menudo lo que aprenden en el desempeño de sus funciones que los materiales de referencia acumulados por la profesión.

El conocimiento que brinda la práctica les resulta mucho más útil que las fuentes de información profesional existentes o lo aprendido en las aulas, un dato que debería dar que pensar a los diseñadores de los planes de estudios de ingeniería.

Además de sacar a relucir la primacía de la experiencia práctica, los autores identifican las distintas fuentes de información de los ingenieros estructurales que participaron en el estudio, con qué frecuencia las utilizan y en qué fase del proyecto.

El artículo también constata que el uso del conocimiento existente, desde libros de texto a manuales y otros materiales parecidos, suele alcanzar su nivel más alto en la etapa media de los proyectos, mientras que el derivado de la práctica predomina al principio y al final de los mismos.

Un nuevo enfoque de la formación
El dominio del conocimiento generado con la práctica debería tenerse en cuenta en la educación de los ingenieros. En este sentido, los autores sugieren una serie de cambios que podrían introducirse en los planes de estudios universitarios.

Un primer paso sería hacer un mayor hincapié en la resolución de problemas prácticos que en los ejercicios teóricos. Actualmente, la mayoría de los libros de texto dan a entender a los estudiantes que existe un método estándar para solucionar cualquier problema de ingeniería, cuando en realidad precisan en gran medida de reglas generales y cálculos, así como un uso innovador o síntesis de los métodos establecidos.

Además, como el mundo real será la fuente de gran parte del conocimiento de los estudiantes, es evidente que hay que introducirles en la profesión mediante la experiencia de proyectos reales y la interacción con proveedores y clientes.

En definitiva, cuanto antes se exponga a los ingenieros del mañana a las realidades de su profesión, mejor preparados estarán. Por otro lado, no se sentirán tan desmotivados por el excesivo énfasis en la teoría académica.